Miguel Ángel Macías Rodríguez

Miercoles 31 de Enero :

Hoy como todos los miercoles tenemos clase de Física y Química a primera hora. Como esta semana es la semana de lectura nos tocaba leer. Benjamin se retrasó un poco, y mientras él llegaba algunos alumnos seguiamos hablando y otros leyendo.
Cuando tocó la sirena que indicaba el fin de la hora de lectura, todos guardamos los libros de leer y cogimos los otros. Benjamin se levantó y nos contó otro de los relatos del libro que él siempre trae a clase.
Luego pasó lista y pidio el ejercicio que mandó el día anterior y también pidió el diario de clase.
Después salió a la pizarra Miriam para coregir el ejercicio que Benjamin había mandado anteriormente.
Más tarde Benjamin nos dictó un problema para que lo hiciesomos allí para seguir practicando.También nos mandó de la pajina 198 los ejercicios 16, 17 y 18. para que lo hiciésemos en casa.
La clase de física y química fue bastante compleja y entretenida.

DIARIO DE CLASE 24/01/08

Estuvimos esperando bastante tiempo a que llegara el profesor. Concretamente llegó a las 11:05. Cuando llegó soltó el maletín encima de la mesa junto con un teclado y un ratón. Le pidió a Pablo Rosado que le enchufara el ordenador de la mesa del profesor, debido a que su portátil estaba estropeado.


Después de esto cogió su libro y empezó a contar un cuento. Fué muy interesante. Trataba sobre un hombre que quería que sus hijos se relacionaran con la música. Por ello les compró un piano. Cuando los hijos lo vieron en el salón le dijeron: ¿Cómo se enchufa?


Luego, pidió Benjamín un voluntario/a para realizar una reacción química (interpretación en masa y molar), que por petición de Rocío se empezó por la G.
Salió Isabel lo hizo bien pero tuvo un pequeño fallo y Carlos salió a corregirlo.


Después de esto Benjamín nos pidió que resolviéramos un problema. El problema era éste: ¿Podríamos producir 125 g de NO con 240g de HNO3?. Lo realizamos por medio de una regla de tres. Pero nos hizo la pregunta de cuánto faltaba de NO. Y Carlos lo respondió y lo hizo bien.


Benjamín comparó este problema con una entrevista de trabajo.
Finalmente nos mandó un problema sobre la concentración molar( 0'5), en la cual calcularíamos el volúmen que tendríamos que extraer para llevar a cabo la reacción 252'498g de HNO3.


Luego tocó la sirena y salimos todos al recreo.

Diario de clase.

Hoy, martes día 22 de enero, nuestro maestro don Benjamín se disponía a dar su clase de física y química en el aula de 4ªB, mi clase, y hoy ibamos a hacer un exámen de ajustar reacciones químicas.

Antes de que nuestro maestro llegara a clase, todos estabamos nerviosos por el examen y repasabamos todo lo que dudabamos, todos estabamos un poco alterados. Cuando llego Benjamín, con unos 25 minutos de retraso aproximadamente, soltó sus cosas en su mesa y nos dijo que disponíamos de 20 minutos para hacer el examen, y todos, asustados, digimos q era muy poco tiempo, que no nos daría tiempo a terminarlo entero, pero el dijo que era un buen tiempo y que incluso nos iban a sobrar unos minutos.

Dicho esto, el profesor repartió los examenes y todos nos concentramos en ellos y comenzamos ha hacerlo. En el examen aparecía 10 reacciones desajustadas para que las ajustaramos, cada una supongo que valdría un punto.

Yo, personalmente, las reacciones químicas que no sabía hacer a simple vista las dejaba por hacer y las hacía al final, cuando ya las había terminado todas menos esa.

Casi todo el mundo había dejado por hacer la misma reacción química, una en la que aparecian paréntesis, yo tambien la dejé por hacer.

Pasados los 20 minutos del examen, el maestro no dejó mas nada de tiempo y los recogió todos y escribió en la pizarra la reacción química de los paréntesis y nos la explicó a todos los que no supimos hacerla. Minutos antes de que tocara la sirena del recreo, el maestro pasó lista pidiendo todos los diarios de clase y me dijo que para el próximo día hiciera el diario en su blog sin falta, porque llebaba unos días en los que no pude hacerlo. Depués tocó la sirena y todos nos fuimos al recreo.

Hoy, 16 de Enero, como todos los miercoles teniamos la clase de Física y Química a primera hora. Todos estábamos esperando que el profesor llegara, ya que estaba tardando algo más de lo normal. Mientras el profesor llegaba, todos permanecíamos dentro de la clase hablando algo revueltos, hasta que vimos que el profesor ya estaba cruzando el recréo para llegar a clase.

Cuando llegó, todos nos sentamos en nuestro sitio, y el profesor colocó sus cosas en la mesa, sacando su libro "La oración de la rana", y leyó un pequeño parrafo. El profesor pidio a un compañero que saliera a la pizarra para copiar los ejercicios, para más tarde corregirlos y despejarnos las dudas. Mientras éste lo copiaba, el profesor pasó lista pidiendo el diario de clase y las dos actividades. Cuando el profesor terminó de pasar lista, empezamos a corregir la actividad, ya que este compañero tenía un par de fallos, y para ello, pidió a otro compañero que saliera.

Gran parte de la clase, la pasamos corrigiendo la actividad, ya que conforme la ibamos corrigiendo, surgían algunas dudas.

Cuando terminamos de corregir, habían pasado varios compañeros por la pizarra, cada uno aportando su información, y de esta forma terminamos la actividad bien, ya que entre todos ayudamos a corregirlo. Mientras lo corregiamos, los compañeros con algun fallo lo ibamos copiando, y otros esperaron a que se terminara de corregir para copiarlo.

Al poco tiempo, sonó la sirena, y terminó la clase. En este momento, todos recogimos nuestras cosas y preparamos la de la hora siguiente

Diario del 11de Enero del 2008

Hoy, como todos los viernes después del recreo, teníamos clase de Física y Química.
Nosotros mientras estabamos esperando al profesor permanecíamos algos revueltos.
Al llegar Benjamín todos tomamos nuestro asiento.
Él soltó sus materiales sobre la mesa y le dijo a un alumno que se llegara a la otra clase por algo que no oí. A los pocos minutos el alumno llegó a la clase. Traía en sus manos un proyector de luz.
Benjamín le dió las gracias al alumno, y comenzó a sacar los materiales de su maletín.
Como es norma suya de todos los días, cogío su libro de la oración de la rana y nos leyó un pequeño cuentecillo.
El de ese día trataba de un filósofo que tenía un par de zapatos rotos y lo llevó a un zapatero para que se lo arreglara. El zapatero tenía que cerrar y le dijo que los dejara en la zapatería y se llegara al próximo día. Pero el filósofo no tenía más zapatos y no se lo podía dejar.
Entonces el zapatero les prestó unos, pero el filósofo se negó a ponerse los zapatos de otros.
El zapatero cabreado le dijo que si le importaba llevar los zapatos de otros, por qué no le importaba llevar ideas que no eran suyas.
Como siempre, estos cuentecillos terminan de una forma rara, ya que parece que va decir algo más cuando finaliza.
Benjamín pasó lista y pidió los ejercicios y diarios.
Al finalizar nos comentó una curiosidad. Nos dijo que había un libro que se llamaba igual que su blog.
Nos comentó una gran frase: -El primer paso para hacer algo, es saber si alguien ya ha echo algo sobre eso.
Luego, continuamos donde lo dejamos el otro día. Benjamín nos dijo que para el próximo día buscaramos que era el concepto de unidad de capacidad de sustancia (mol), pero una alumna respondió lo que era y no nos lo mandó.
Las explicaciones terminaron y Benjamín nos puso un ejercicio, pero sonó la sirena antes de que lo terminaramos, por lo que nos lo mandó terminar en casa. Además nos dijo que hicieramos una pregunta: ¿Cuántos gramos de O necesitaríamos para que reaccionara con 150 g. de butano?.
Benjamín recogió sus materiales, dejó el proyector encima de un mueble y se marchó.
Hoy había sido una clase amena y no aburrida por lo que el tiempo se nos pasó muy rápidamente y no nos aburrimos.

Diario del 11de Enero del 2008

Hoy Viernes 11 de Enero de 2008 a tercera hora tocaba clase de Física y Química en la clase de 4º B. El profesor llego unos veinticinco minutos tarde debido a que estaba en una reunión. Mientras tanto nosotros estuvimos esperándole en la clase algo nerviosos porque ahora tendríamos que hacer el examen y estábamos repasando las últimas dudas, pero como pasaron ya diez minutos y el profesor no venía nos pusimos mas nerviosos todavía, porque temíamos que hubiese faltado y que atuviésemos que hacer el examen otro día. Al ver que pasaba el tiempo y el profesor no llegaba, nos pusimos a charlar y a mirar por la ventana. Pasaron ya veinte minutos y al ver que el profesor no venía, Pablo Rosado y Pablo Raposo bajaron a preguntar por él, y por lo visto estaba tardando tanto porque estaba en una reunión, así que subieron a esperarlo junto a todos nosotros, hasta que unos minutos mas tarde lo vimos venir a clase.

Cuando llegó a clase, rápidamente pidió perdón por llegar tarde y entregó los examenes para que empezáramos a hacerlos. Cuando los entregó todos nos pusimos a hacerlo en silencio lo mejor posible. En cuanto al examen, no era muy difícil pero para hacerlo bien te tenías que poner un poco a pensar.

Al terminar la clase, le entregamos los exámenes justo cuando tocó la sirena y todos salimos al recreo excepto algunos alumnos se quedaron hablando con el profesor preguntándole algunas dudas sobre el examen.

Diario del 10-1-2008

Hoy 10 de enero de 2008, a tercera hora hemos tenido clase de física y química.

Al tocar la sirena de la clase anterior, algunos alumnos salimos al pasillo a estirar las piernas y a tomar algo de aire. Pasados unos minutos volvimos a clase a esperar al profesor, el cuál, tardaría unos cinco minutos en llegar aproximadamente.

Nada mas llegar pidió dos voluntarios para traer el proyector y la pantalla, que se hallaban en el laboratorio, y Luis y Enrique fueron los elegidos. Mientras hacían esta tarea, Benjamín comenzó leyéndonos el habitual relato de su libro "La Oración de la Rana". En esta ocasión eligió una historia corta, pero que invitaba a una reflexión bastante profunda, que llegó a leer dos veces, y cuya enseñanza quería transmitir, si no recuerdo mal, que no debemos de ser el reflejo de grandes personajes, pues ellos no fueron el reflejo de ningún otro.

Cuando terminó de leernos el relato, abrió su portátil y comenzó pasando lista y pidiendo los diarios de clase. Al finalizar dicha tarea llegaron Luis y Enrique, pero Benjamín se percató de que lo que había traído Enrique no era el proyector, por lo que le encomendó de nuevo la misma tarea.

Pasado este contratiempo, comenzó recordándonos en qué punto del tema nos habíamos quedado, y volvió a repasar las dos leyes fundamentales de la química; la ley de Lavoisier, y la ley de Proust. Cuando llegó Enrique seguimos repasando, esta vez ajustando reacciones. No nos acordábamos todos muy bien, por lo que, Pablo Rosado nos explicó de forma muy escueta cómo debíamos realizarlas, y la clase lo recordó sin demasiados problemas. Después de esto, Benjamín nos puso unas cuantas de ecuaciones químicas sin ajustar para que las completáramos rápidamente en cinco minutos. Una vez que terminamos, Benjamín, nos enseñó unas cuantas de diapositivas en el proyector con el contenido del tema, para que lo viéramos más claro(lo cuál, no le vi mucha utilidad, ya que, volvimos a ver lo que minutos antes habíamos recordado).

Justamente al terminar de pasarnos las diapositivas, tocó la sirena, dio por finalizada la clase y nos marchamos hacia el recreo.