Diario de Clase 19-10-07

La clase del viernes diecinueve comenzó un poco más tarde de lo habitual. Era la hora que sigue al recreo y todos los compañeros tardamos en ir calmándonos y sentándonos para esperar al profesor.

Cuando Benjamín entró en clase, soltó su maletín y al ordenar sus papeles encontró uno que no era suyo. Preguntó a los alumnos si era de alguien, nadie respondió. La hoja fue rota y tirada a la basura sin seleccionar.

Después procedió a leer dos oraciones. Lo que más llamó mi atención fue la pregunta con la que terminaba una de ellas: ¿de qué sirve tener ojos si el corazón está ciego?. Personalmente creo que pude encontrar el valor a esa oración, ya que con el paso del tiempo y la mayor madurez que puedo ir adquiriendo, observo y aprendo que el interior es lo principal en las personas. De nada sirve el papel que nos envuelve. Seguidamente, pasamos a la corrección de las actividades. Una compañera, fue escribiendo en la pizarra las respuestas de los ejercicios a la vez que Benjamín pasaba lista y los alumnos contestaban si tenían o no el diario, las seis actividades y la plastilina que había que traer de casa.

El resto de actividades que no fueron corregidas en la pizarra las hicimos oralmente. Las que más dudas causaron fue una que descubrimos que tenía una respuesta bastante simple, al conocer anteriormente la formación de un enlace iónico y otra de la que obtuvimos una curiosa respuesta. Ésta me ayudó a comprender la estructura de dos enlaces en concreto y así pude añadir características a mis apuntes de los tipos de enlaces.

En los últimos minutos de clase escribió un pequeño esquema en la pizarra de la formulación, nombramiento y nomenclatura de una molécula de dióxido de carbono.

Finalmente, como no dio tiempo en clase, nos mandó como tarea la realización de cuatro bolas de plastilina como simulación de átomos de seis elementos en concreto.