Hoy, como todos los martes a primera hora de la mañana, los alumnos de 4º C comenzamos el instituto con la materia de Física y Química. Pero esto no es exactamente así, debido a que estamos en tiempo de lectura, y eso implica dedicar media hora a leer un libro antes de comenzar las clases .
Al sonar el timbre todos los alumnos nos preparamos con el libro en la mesa esperando la llegada del profesor Benjamín, que no tardó en aparecer por la puerta del aula. Sin embargo nos indicó que debía ausentarse un momento y acto seguido se marchó. Lo que debía ser un ambiente tranquilo y de lectura pronto se convirtió en un pequeño alboroto ya que teníamos un examen de historia, y los alumnos conservábamos dudas que aclarar.
Pasados varios minutos, Benjamín volvió a la clase y se aseguró de que todos nos encontrábamos cumpliendo con la actividad de lectura. Además, tomó un libro y comenzó a leerlo, aunque pronto volvió a tocar la campana provocando que todos cogieran los materiales de la asignatura y esperasen con impaciencia la nueva historia que el profesor nos narraría hoy. Trataba de un director de empresa que fue a un seminario de motivación para que le aumentase la misma en el trabajo. Éste, ignorante, le preguntó al señor que dirigía aquello si con ello ganaría más dinero, por esa razón el otro hombre le entregó un libro acerca de la motivación para qué entendiera lo que era era realmente. El empleado se preguntó:-Si leo este libro ¿ganaré más dinero?
A continuación, Benjamín volvió a su mesa y abrió su ordenador portátil para pedir las actividades mandadas para este día, (dos diarios y una tabla de nomenclaturas) preguntando por orden de lista a cada alumno. Mientras tanto Dani Pérez realizaba la actividad en la pizarra puesto que se había ofrecido como voluntario.
Una vez hubo acabado la tabla, Daniel regresó a su asiento y el profesor inició la corrección de ésta interesándose especialmente por un elemento que no se había tratado en clase, sin embargo estaba correcto, a diferencia de otros más sencillos que contenían algunos fallos. Pero otro hecho que me interesa destacar fue el problema que se le planteó a Benjamín con el “Tetraoxobromato (VII) de níquel (III) cuando al realizar los cálculos para averiguar la fórmula obtenía la fracción de 1/3 para la valencia del Bromo, algo imposible en nomenclaturas. Fue entonces cuando Miriam Benjumea afirmó que su ejercicio estaba correctamente, dejándonos a todos atónitos y cambiando la nomenclatura Sistemática por “Tristetraoxobromato (VII) de níquel (III)”
Finalmente, un nuevo toque del timbre indicó la conclusión de la clase.
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2 comentarios:
Juandeee! Na que esta muy bien el diario. Te expresas bien pero ve ya pensando a quien lo vas pasar no vaya a suceder lo de hoy.XD
Venga un saludo.
ola juande..tu diario está muy bien, como se nota que echas cuenta!!ann en cuanto a lo de expresar tus sentimientos siempre es bueno no crees??ja,ja,ja...
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