El Viernes, día 30 de noviembre, fue un día en el que no fuimos al instituto, sino que fuimos a la facultad de matemáticas, física y química, en Sevilla. A las 8:00 de la mañana teníamos que estar en el instituto, porque a las 8:15 llegaba el autobús, pero se retraso y apareció a las 8:30. Cuando por fin llegó el autobús, todos nos dirigimos hacia él, para ir a Sevilla. Mientras que el autobús se dirigía a Sevilla, las chicas se pusieron a cantar y los chicos se pusieron a contar chistes, a cantar también.
Cuando llegamos a Sevilla, nos fuimos directamente a la facultad, donde estaba Benjamín esperándonos en la puerta. Al pararse el autobús, todos salimos de él, y entramos en la facultad.
Para empezar, nos fuimos a un lugar donde nos enseñaron tres diapositivas, en las cuales había tres personas que estudiaron: matemáticas, física y química.
Después de estas tres pequeñas diapositivas, nos separamos en tres grupos. En el grupo donde estaba yo, fuimos primero a la facultad de Física. Allí un alumno de esa facultad nos enseñó varios trabajos que por lo menos a mi, me resultaron muy interesante.
Uno de ellos trataba de dos semiesferas que al juntarlas, había aire dentro, pero luego con una maquina le quitó el aire que había dentro, dejando así el vacío, por lo que resultaba casi imposible separarlas. Otro, el que más me sorprendió, trataba de generar electricidad a través de una polea. Después de exponer estos proyectos y algunos mas, un profesor de esa facultad nos llevo a la otra parte del laboratorio para explicarnos, dentro de la física cuántica, varias cosas sobre la luz, y nos planteó dudas sobre si la luz era una onda o partículas, que al final resultó ser las dos cosas. Entre otras cosas, hizo experimentos con un láser.
Cuando salimos de esta facultad, nos fuimos al campus universitario, para descansar. Allí nos encontramos al otro grupo, donde comimos y estuvimos un rato hablando y dando vueltas por el lugar. Al cabo de un rato, nos volvimos a dividir y esta vez nos tocó visitar la facultad de Matemáticas, que, para mi opinión, fue la más aburrida. Allí nos planteo un problema con otra diapositiva basada en los puentes de una ciudad. Tras resolverse el problema, nos llevó a una exposición de dibujos geométricos (cuya relación con las matemáticas yo no encontraba).Posteriormente, una persona mayor nos dejó ver las figuras geométricas que mostraban poliedros regulares (o eso entendí yo).
Finalmente nos mostró una enorme figura en la que en la misma podías encontrar diferentes tipos de poliedros. Por ultimo, nos llevo a otro lado de la sala donde una pareja de alumnos nos esperaba con un video, en el cual se mostraba un enorme puente derrumbándose por el viento debido a la mala construcción. Siguieron con un proyecto diseñado por un alumno que consistía en formar cubos con diferentes piezas (un puzzle), que luego tuvimos que hacer nosotros por grupos.
Al salir de allí, volvimos a la plaza donde nos sentamos muy poco tiempo, pues solo llegar nos tuvimos que dirigir a la facultad de química. Entramos en el lugar, era muy diferente de las otras dos facultades, y tras un rato de espera nos dirigimos hacia las escaleras y comenzamos a subir, una y otra vez, hasta que llegamos al lugar. El sitio tenia pinta de hospital. Tras girar a la derecha entramos en un laboratorio donde sucedió lo mejor del día. Allí una alumna nos esperaba con una bombona de nitrógeno, aunque antes nos explico algo sobre el hielo y la temperatura… Cogió la bombona de nitrógeno y cuando calculo su temperatura… ¡tenia aprox. -200! Hizo pruebas con hojas, gomas elásticas, etc., y luego nos mostró algo realmente impresionante, el helio. Primero nos explico lo que sucedía y luego hizo pruebas con alumnos, y efectivamente, funcionaba.
Nos llevo al patio y allí nos mostró un vaso de azúcar en el que echaba productos químicos, creando un resultado oloroso y fatigoso, donde el azúcar se volvía negra y comenzaba a elevarse del vaso alcanzando una larga longitud. Luego hizo algo similar con otro producto, en el que salía ardiendo y luego se volvía verde. Lo mas impresionante fue el de una lata que había sobre una chapa. Nos ordenó retirarnos unos metros y hecho diferentes productos químicos al interior de la lata, provocando una leve llama que luego se convirtió en un fogonazo de luz, a una temperatura que no recuerdo. De la lata ya no se supo nada.
Una vez terminado esto, nos dirigimos hacia el comedor, donde estuvimos en una larga cola para poder comer y relajarnos. Luego, después de esto, tuvimos algo de tiempo libre hasta que el maestro nos invito a sentarnos en el césped donde nos dio instrucciones. Al poco tiempo llego el autobús y pusimos rumbo a Bollullos.
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