El miércoles, a primera hora de la mañana, Benjamín entró en el aula tras breves minutos después de tocar la sirena que anunciaba el comienzo de la primera clase.
Al entrar en la clase, todos los alumnos ya estaban sentados con sus libros de lectura.
Benjamín soltó su maletín sobre la mesa e hizo lo mismo con el portátil. Luego pidió permiso para salir un momento fuera del aula. Al poco tiempo de salir llegó una alumna y, posteriormente, él. Seguidamente todos los alumnos nos pusimos a leer, y Benjamín se dirigió a su mesa, sacó un libro de José Saramago y se puso a leerlo paseándose por el pasillo de la clase.
Una vez finalizada la media hora de lectura, Benjamín sacó el portátil y se levantó de su silla con el libro “La oración de la rana”. El relato trataba sobre un abad llamado Anastasio que tenia un libro que contenía el antiguo y el nuevo testamento. A un monje le gusto el libro y se lo llevó. Luego lo quiso vender por 18 monedas, pero un hombre que lo quería dudaba del precio y fue a preguntárselo al abad…
Luego Benjamín nos sorprendió con la confirmación de la excursión a la facultad de Ciencias y Matemáticas, lo que produjo un gran griterío en la clase. Nos hablo sobre la hora de salida (8:15) y de llegada (6:00).
Tras esto, Benjamín pidió a un voluntario que saliera a la pizarra para realizar la actividad de oxisales, que fue Julia Salas. Mientras, pasaba lista pidiendo actividad y diario. Benjamín nos invitó a elegir la fecha del examen, pero los alumnos estábamos indecisos, por lo que se produjo un fuerte murmullo. Al final Benjamín nos dijo que lo eligiéramos a la hora del recreo. Luego procedió a corregir el ejercicio de la pizarra, donde no hubo muchos errores. Preguntó quien lo había tenido bien y sólo hubo 5 o 4 manos alzadas, todas de chicas…
Para terminar, nos propuso hacer una tabla en la que combinaba las sales binarias, hidróxidos, oxisales, etc. y ordenó a las personas que lo habían tenido bien que ayudaran al resto de la clase a realizar el ejercicio. Y mas o menos así concluyo la hora.
Un saludo.
Al entrar en la clase, todos los alumnos ya estaban sentados con sus libros de lectura.
Benjamín soltó su maletín sobre la mesa e hizo lo mismo con el portátil. Luego pidió permiso para salir un momento fuera del aula. Al poco tiempo de salir llegó una alumna y, posteriormente, él. Seguidamente todos los alumnos nos pusimos a leer, y Benjamín se dirigió a su mesa, sacó un libro de José Saramago y se puso a leerlo paseándose por el pasillo de la clase.
Una vez finalizada la media hora de lectura, Benjamín sacó el portátil y se levantó de su silla con el libro “La oración de la rana”. El relato trataba sobre un abad llamado Anastasio que tenia un libro que contenía el antiguo y el nuevo testamento. A un monje le gusto el libro y se lo llevó. Luego lo quiso vender por 18 monedas, pero un hombre que lo quería dudaba del precio y fue a preguntárselo al abad…
Luego Benjamín nos sorprendió con la confirmación de la excursión a la facultad de Ciencias y Matemáticas, lo que produjo un gran griterío en la clase. Nos hablo sobre la hora de salida (8:15) y de llegada (6:00).
Tras esto, Benjamín pidió a un voluntario que saliera a la pizarra para realizar la actividad de oxisales, que fue Julia Salas. Mientras, pasaba lista pidiendo actividad y diario. Benjamín nos invitó a elegir la fecha del examen, pero los alumnos estábamos indecisos, por lo que se produjo un fuerte murmullo. Al final Benjamín nos dijo que lo eligiéramos a la hora del recreo. Luego procedió a corregir el ejercicio de la pizarra, donde no hubo muchos errores. Preguntó quien lo había tenido bien y sólo hubo 5 o 4 manos alzadas, todas de chicas…
Para terminar, nos propuso hacer una tabla en la que combinaba las sales binarias, hidróxidos, oxisales, etc. y ordenó a las personas que lo habían tenido bien que ayudaran al resto de la clase a realizar el ejercicio. Y mas o menos así concluyo la hora.
Un saludo.
2 comentarios:
Hola a todos, pero especialmente al autor de este magnífico diario que describe con pelos y señales toda una clase de Física y Química.
En mi opinión, Jose, creo que tienes muy buenas cualidades respecto al lenguaje escrito, y por lo que veo deduzco que no has leído un solo libro en tu vida. Ja,ja.
Un consejo: No guardes para ti aquellos dones que puedan ser conocidos por otras personas, porque si no, jamás nadie sabrá cuales son tus verdaderas capacidades.
Sigue así.
¡Hasta luego!
He olvidado decir mi nombre:
Juan de Dios
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